Fue una suerte que un reportero de televisión estuviera allí, de lo contrario habría sido casi imposible de creer.

¿El jugador número uno del mundo arrestado, llevado a la cárcel esposado y acusado de cuatro delitos, incluido asalto en segundo grado a un oficial de policía, apenas horas antes de que debía iniciar la segunda ronda de un campeonato importante?

Parece fantasioso, pero eso fue precisamente lo que le sucedió a Scottie Scheffler en una mañana oscura y lluviosa del segundo día del Campeonato de la PGA de Estados Unidos 2024, un día que comenzó en circunstancias trágicas que no deben ser olvidadas.

El inicio del juego se había retrasado tras un accidente fatal cerca de la entrada de Valhalla, con los oficiales del torneo expresando su “devastación” por la muerte del hombre local John Mills, quien trabajaba para un vendedor en el lugar en Valhalla.

El señor Mills murió después de ser atropellado por un autobús lanzadera alrededor de las 5 a.m. mientras intentaba cruzar Shelbyville Road, y fue el atasco de tráfico causado por el accidente lo que Scheffler intentaba evitar cuando ocurrió el incidente que conmocionó al mundo deportivo.

El reportero de ESPN Jeff Darlington fue uno de los atrapados en el tráfico y describió en vivo cómo un oficial de policía había ordenado a Scheffler detener su coche, pero él continuó con el oficial "pegado" al vehículo.

Scheffler detuvo el coche en la entrada del club, momento en el cual el oficial Bryan Gillis "abrió la puerta del coche, sacó a Scheffler, lo empujó contra el coche y de inmediato le colocó las esposas", según Darlington.

Darlington también publicó un video en su cuenta de X, anteriormente Twitter, en el que Scheffler parecía volverse hacia el reportero y decir: "¿Puedes ayudarme, por favor?"

Un oficial de policía le dice entonces a Darlington: "Ahora mismo él va a la cárcel y no hay nada que puedas hacer al respecto."

Una foto policial de Scheffler fue posteriormente publicada por el Departamento de Correcciones Metropolitana de Louisville, que mostró que había sido liberado después de una hora y 12 minutos, lo que le permitió llegar a su hora de salida retrasada.

De manera notable, Scheffler añadió un 66 a su ronda inicial de 67, tras lo cual expresó sus condolencias a la familia del señor Mills antes de detallar cómo había estado "temblando durante una hora de shock y miedo" y, sin acceso a su teléfono, solo pensaba en su hora de salida cuando se vio a sí mismo en la televisión desde su celda.

Según el informe policial, el detective Gillis fue arrastrado por el suelo por el coche de Scheffler, sufriendo "dolor, hinchazón y abrasiones en su muñeca izquierda y rodillas".

De manera algo cómica, el informe también indicó que los pantalones del uniforme que llevaba Gillis, “valorados en aproximadamente 80 dólares, quedaron dañados más allá de toda reparación.”

El abogado de Scheffler ciertamente no encontró la situación graciosa e insistió en que su cliente estaba preparado para ir a juicio si no se retiraban los cargos en su contra, lo cual ocurrió el 29 de mayo, 12 días después del incidente.

Con el detective Gillis habiendo fallado en activar su cámara corporal, el fiscal del condado de Jefferson, Mike O’Connell, aceptó que la caracterización del incidente por parte de Scheffler como un “gran malentendido está corroborada por la evidencia”.

Si ese malentendido influyó en las posibilidades de victoria de Scheffler en Valhalla, que desaparecieron tras una tercera ronda de 73, nunca se sabrá, pero sin duda pasará a la historia como uno de los días más extraños en la historia de los campeonatos majors.