Marc Cucurella fue una vez más el héroe del Chelsea, ya que su gol de cabeza le dio una victoria por 1-0, que podría definir la temporada, sobre el Manchester United justo cuando las esperanzas de su equipo en la Liga de Campeones parecían desvanecerse.

Con 20 minutos restantes en Stamford Bridge, los Blues estaban a punto de llegar al último día de la temporada de la Premier League con su destino en el top cinco fuera de sus manos, con más fallos en la definición que aparentemente los condenaban a perder dos puntos cruciales y a una tercera temporada consecutiva fuera de la máxima competición europea.

La noticia de que Aston Villa había vencido a Tottenham en el partido anterior y se había adelantado a la escuadra de Enzo Maresca solo aumentó la tensión entre los aficionados locales, que se tornó en frustración al tomar conciencia de la gravedad de la situación de su equipo.

Entonces apareció en el área el efervescente e indomable Cucurella, de lejos el jugador que más ha mejorado en Chelsea en los últimos 12 meses y el autor esta temporada de siete goles – aunque ninguno tan valioso como este – al zafarse de su marcador para rematar de cabeza el centro de Reece James y superar a André Onana en el minuto 71, rescatando una situación desesperada.

Una victoria como visitante contra Nottingham Forest el próximo domingo confirmará un puesto entre los cinco primeros.

El Chelsea fue el mejor equipo en la primera mitad, por lo que valía, contra un United que había perdido cinco de sus últimos siete partidos en la liga y no había ganado en dos meses.

Maresca había lamentado recientemente la falta de eficacia de su equipo frente al gol esta temporada: los Blues tenían el segundo mayor número de ocasiones claras desperdiciadas en la liga antes del inicio del partido, y Noni Madueke presentó la última.

Una brillante arrancada por el centro del campo de Moisés Caicedo inició la jugada, pasando el balón al centro a Cole Palmer, cuyo centro al segundo palo fue rematado de primera por Madueke, pero con tal precisión que elevó el balón alto hacia la grada conocida como Shed End.

Una revisión fraccional del VAR salvó entonces al Chelsea cuando se juzgó que Harry Maguire estaba ligeramente en fuera de juego antes de controlar el pase de Bruno Fernandes y superar a Robert Sánchez.

Mason Mount, en su primera titularidad en el campo contra el club que representó durante 12 años, recibió burlas de los aficionados locales cuando su disparo de primera intención se desvió fuera del juego para un saque de banda, antes de que su excompañero de la academia, James, tuviera un potente disparo desde 20 yardas que rebotó contra un poste.

La bandera evitó que Enzo Fernández se sonrojara cuando falló estrepitosamente con la portería vacía después de que Onana hiciera un pobre intento de detener el disparo curvado de Palmer. Las repeticiones mostraron que probablemente Fernández estaba en fuera de juego, pero el momento no hizo nada para aliviar las preocupaciones de Maresca sobre la capacidad de su equipo para concretar las oportunidades.

El VAR intervino esta vez a favor del United a mitad de la segunda mitad. Tyrique George cayó mientras Onana salía a su encuentro en busca de un pase en profundidad. El árbitro Chris Kavanagh señaló penalti, pero una revisión en el campo confirmó que el portero no había hecho contacto.

Entonces, finalmente, alivio para el Chelsea. Pedro Neto devolvió el balón a James, quien con una pirueta balética se zafó de Alejandro Garnacho y envió un centro irresistible hacia donde llegaba Cucurella, cuyo cabezazo potente pasó junto a Onana y se coló en la esquina.

Madueke luego añadió una nota a pie de página a su antología personal de oportunidades perdidas, disparando desviado cuando estaba completamente solo frente al arco.

Sánchez realizó una buena parada cerca del poste para detener a Amad Diallo, el único momento en la segunda mitad en que el United realmente amenazó.