Las esperanzas de Jack Draper de disputar su primer título en Wimbledon se vieron truncadas en la segunda ronda por el exfinalista Marin Cilic.

El croata perdió ante Roger Federer en la final de 2017, tres años después de ganar su único título de Grand Slam en el US Open, pero a los 36 años sus mejores días parecían estar muy atrás.

Cilic retrocedió en el tiempo con una actuación sublime, logrando 53 golpes ganadores en una victoria de 6-4, 6-3, 1-6, 6-4, pero esto será un trago amargo para Draper, quien se ha elevado hasta el top cuatro mundial pero aún no ha pasado de la segunda ronda en su Grand Slam local.

Los aficionados británicos podrían haber pensado que Cilic se había retirado, ya que el croata regresaba al All England Club por primera vez en cuatro años.

Un problema de rodilla que requirió dos operaciones y lo mantuvo fuera durante casi dos años podría haber sido el final, pero Cilic estaba decidido a regresar.

Su habilidad en césped nunca ha estado en duda, aunque inesperadamente esta fue su primera victoria sobre un jugador del top cinco en esta superficie, con el ex número tres del mundo ganando dos veces el título en el Queen’s Club, además de su camino hasta la final de Wimbledon.

Mientras tanto, volvió al top 100 al ganar el torneo Challenger de segunda categoría en Nottingham el mes pasado.

Desde el inicio de este encuentro, que curiosamente no estaba programado para la Pista Central, Cilic demostró que no ha perdido la calidad metronómica de sus golpes planos y profundos desde el fondo de la pista.

Las armas de Draper han sido el tema de conversación en el tenis este año, pero aquí se encontró a la defensiva y retrocediendo varios metros detrás de la línea de fondo para intentar encontrar algún atisbo de control.

Cilic devolvía los saques de Draper a sus pies y aprovechaba cualquier oportunidad para golpear la pelota hacia las esquinas.

Draper podría haber pensado que había esquivado una bala cuando se recuperó de 0-40 en el octavo juego, soltando un fuerte grito de ‘Vamos’, pero Cilic jugó un increíble juego de devolución dos juegos después, terminándolo con un ganador limpio de devolución en su primer punto de set.

Una oportunidad para romper el servicio al inicio del segundo set y detener el impulso de su oponente llegó y se fue, y Draper estuvo en serios problemas cuando perdió su servicio nuevamente, con Cilic ganando cinco juegos consecutivos.

Después de haber sido eliminado en la cuarta ronda del Abierto de Francia el mes pasado por un inspirado Alexander Bublik, Draper debió haber sentido déjà vu mientras Cilic seguía jugando a un nivel muy superior a su ranking de 83.

Si hubo una crítica hacia el número uno británico, fue que había sido un poco demasiado conservador con sus golpes desde el fondo, y al comenzar el tercer set decidió arriesgarlo todo.

Funcionó. Liderando 2-1, Draper provocó exclamaciones entre el público con un golpe de derecha ferozmente ejecutado y avanzó a 0-40.

Cilic salvó los dos primeros puntos de quiebre, pero en el tercero, después de que su hábito de botar la pelota finalmente le valiera una violación de tiempo, no pudo hacer frente a un revés de Draper dirigido a la línea.

Fue el avance que el joven de 23 años necesitaba desesperadamente, y fue seguido rápidamente por un segundo quiebre que le dio a Draper y a la multitud una esperanza muy necesaria.

Ganó tres partidos consecutivos a cinco sets en el Abierto de Australia en enero, pero nunca había remontado un marcador de dos sets en contra para triunfar y, cuanto más se prolongaba el cuarto set, más parecía que Cilic sería el ganador probable.

Un revés mal golpeado de Draper le dio a Cilic dos puntos de quiebre en el octavo juego, pero la esperanza local se mantuvo firme; un golpe de derecha del croata en el segundo punto rozó la cinta de la red pero cayó de su lado.

Draper volvió a tener problemas dos partidos después, y esta vez un revés cruzado le dio a Cilic punto de partido, que el croata aprovechó.