Jannik Sinner buscará venganza contra Carlos Alcaraz en la final de Wimbledon después de acabar implacablemente con los sueños de título de Novak Djokovic.

Parecía que la Pista Central, donde ha levantado el trofeo siete veces, sería la mejor esperanza de Djokovic para dar un último golpe a la vieja guardia contra los notables nuevos reyes del tenis.

Pero Sinner tardó solo una hora y 55 minutos en aplastar esa teoría por completo, ofreciendo una exhibición de brillantez mecánica contra un oponente debilitado.

Incluso Djokovic en su mejor forma podría haber tenido dificultades para manejar la avalancha de potencia que recibía, pero el serbio pidió un tiempo médico después del segundo set para recibir tratamiento en el muslo izquierdo, que parecía haberse lastimado en una caída hacia el final de su victoria en cuartos de final contra Flavio Cobolli.

El jugador de 38 años amenazó brevemente con una remontada, pero quedó claro que su cuerpo no respondía y Sinner se impuso con un marcador de 6-3, 6-3, 6-4, lo que le da la oportunidad de enterrar el recuerdo de la final del Abierto de Francia apenas cinco semanas después.