El irlandés Ben Healy se puso el maillot amarillo con una destacada demostración de coraje y potencia mientras Simon Yates ganaba la etapa 10 del Tour de Francia desde una escapada en el Puy de Sancy.

Una etapa monstruosa en el Día de la Bastilla a través del Macizo Central ofreció fuegos artificiales mientras Healy realizó un gran esfuerzo en la escapada para mantener una ventaja considerable sobre el pelotón perseguidor, luchando por alcanzar el tercer puesto en la etapa y luego contando los segundos hasta que Tadej Pogacar cruzó la meta.

Pogacar lanzó un ataque tardío mientras intercambiaba golpes con su rival Jonas Vingegaard, pero cuando el campeón mundial llegó cuatro minutos y 51 segundos detrás de Yates, y 4:20 detrás de Healy, el maillot amarillo cambió de hombros con Healy, que llevaba una ventaja de 29 segundos al entrar en el día de descanso del martes.

Yates se benefició al seguir el ritmo de Healy durante la mayor parte de los últimos 20 kilómetros, para luego distanciarlo en la subida hacia la meta, pero la sonrisa más grande estaba en el rostro del ciclista de 24 años del EF Education-EasyPost, quien se convirtió en el cuarto irlandés en vestir el maillot amarillo y el primero desde Stephen Roche en 1987.

“Fue increíblemente duro, fue una batalla contra mí mismo realmente,” dijo Healy. “Tuve que profundizar mucho. Mis compañeros de equipo trabajaron muchísimo hoy, Harry (Sweeny) y Alex (Baudin), realmente, realmente quería recompensarlos y estoy feliz de haber podido hacerlo al final.”

"Me arriesgué un poco. Tenía la victoria de etapa asegurada y, ¿con qué frecuencia tienes la oportunidad de ponerte el maillot amarillo? Así que sentí que tenía que aprovecharla y realmente ir a por ello."

Con el pelotón obligado a esperar 24 horas adicionales para su primer día de descanso, los organizadores de la carrera les pusieron un desafío monstruoso con ocho ascensos categorizados y 4,500 metros de desnivel en la etapa de 165 km desde Ennezat, un terreno ideal para una escapada.

Un grupo de 29 finalmente se escapó, pero se les dio poca cuerda hasta que fueron reducidos a un grupo más concentrado de 17 a mitad de la etapa, con la diferencia creciendo lo suficiente como para darle a Healy una esperanza de amarillo.

Recibió el mensaje, abandonando la ambición de repetir su victoria en la sexta etapa y concentrando todos sus esfuerzos en avanzar con un grupo que se redujo a solo seis corredores, manteniendo la diferencia con el pelotón en más de cinco minutos y medio casi hasta la base de la subida de 3.3 km hacia la meta.

Ese fue el momento para Yates, el ganador del Giro de Italia que llegó al Tour para apoyar a Vingegaard, de lanzar su propio ataque, distanciando rápidamente a Healy y resistiendo a Thymen Arensman para ganar su tercera etapa en el Tour y la primera desde 2019 con una ventaja de nueve segundos.

"¡Ha pasado mucho tiempo!" dijo Yates. "Realmente no esperaba tener oportunidades aquí. Vine completamente concentrado en Jonas y en la clasificación general, pero la etapa se desarrolló de tal manera que pude estar aquí para la victoria de etapa y la aproveché con ambas manos.

"No tengo ninguna ilusión sobre para qué estamos aquí. Incluso hoy el plan principal era estar ahí por si algo ocurría desde atrás, pero la diferencia era demasiado grande, así que aceleré y fui a por la etapa."

Remco Evenepoel perdió seis segundos con Pogacar en la etapa final y ahora está un minuto completo detrás del campeón mundial en tercer lugar, 16 segundos por delante del cuarto clasificado Vingegaard.